Tener éxito en la aplicación a ofertas de empleo puede generar gran emoción, pero, las entrevistas subsiguientes y los procesos que hay que enfrentar con el fin de conseguir esos puestos de trabajo, pueden generar mucha angustia, un sentimiento que, en ciertos casos desafortunados, conduce a cometer errores que pueden poner en peligro la obtención de esos empleos.
El miedo y los nervios son grandes enemigos en las entrevistas laborales, porque pueden conducirnos a decir cosas que no son correctas ni percibidas como actitudes que demuestren profesionalismo. Si están por acudir a una cita importante y no quieren transmitir una imagen negativa, tengan en cuenta estos importantes aspectos para que los reclutadores no pasen por alto sus perfiles.
- No hablen mal de nadie. Olviden sus antiguos empleos y traten de hablar de sus exjefes en buenos términos; si caen en este error, podrían transmitir a los entrevistadores la imagen de una persona poco agradecida, desleal y problemática. Por ello es de las primeras cosas que deben intentar tener presente desde el inicio. Procuren ser precavidos, y si les piden que expliquen por qué han dejado sus empleos o por qué fueron despedidos, pueden decir que esas compañías para las que solían trabajar no encajaban en sus planes o eran incompatibles con otros aspectos de sus vidas, como la familia, por ejemplo.
- Eviten enaltecerse. No se muestren egocéntricos, porque no es un rasgo que los expertos en selección de personal puedan llegar a apreciar. No se limiten a decir por qué esos cargos serían ideales para ustedes, sino que tengan en mente exponer las razones por las que deberían elegirlos, qué pueden ofrecer a esas empresas y que otros no tienen o no pueden aportar, y qué es lo que los hace tan especiales e irremplazables.
- Preguntar sobre la remuneración. Por mucha curiosidad que sientan, no deben ser ustedes quienes aborden este tema, porque podrían resultar perjudicados. Si plantean una cifra superior a la presupuestada podrían perder de plano la oportunidad de optar por el cargo; pero si, por lo contrario, establecen una suma inferior, se estarán restando valor y los reclutadores de las agencias de empleo temporal tomarán esto como referencia para ahorrarse algo de dinero. Es más aconsejable que sean los entrevistadores quienes les hablen acerca de esto.
- No tener preguntas. Puede que todo les haya quedado claro y no deseen caer en interrogantes fútiles o conversaciones innecesarias, pero, aún así, esta actitud dará la impresión de que tienen poco interés, por muy buenas que sean sus intenciones. No hace falta que sus planteamientos sean enrevesados, pero seguro habrá algo que prefieran dejar muy en claro y este es el momento perfecto.
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